A veces es necesario perderse para encontrarse a uno mismo.
Atravesar la oscuridad para que la luz te cubra y te impregne.
A veces hay que transitar por distintos caminos para saber cual es el correcto.
Equivocarse para rectificar.
Descender a las profundidades para elevar el vuelo hasta las estrellas.
A veces sufrir es la única manera de renacer y aprender que lo mejor está por venir.
Pero recuerda que aunque pases por mil tormentas,
la esperanza de un nuevo amanecer,
donde el sol brilla con fuerza siempre te acompaña.
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